SINOPSIS:

LAS BRUJAS YA NO SE ESCONDEN...

Sabele, una joven bruja, está a punto de presentarse a las pruebas de aprendiz de la Dama que se disputan una vez al año... pero, durante la noche de la elección, se produce un inesperado vuelco del destino.

Cuando el acuerdo de paz entre brujas y nigromantes salta por los aires, Sabele y sus amigos empiezan a presenciar muertes en ambos bandos y comprenden que nadie está a salvo. Y en mitad del caos, mientras brujas y nigromantes se preparan para la batalla definitiva, un poder sin igual aguarda a ser invocado para alzarse de entre las sombras.

UN PLAN SECRETO AMENAZA CON ACABAR CON TODOS LOS PRACTICANTES DE LA MAGIA EN ESTA EMOCIONANTE NOVELA DE FANTASÍA URBANA.

RESEÑA:

Brujas y Nigromantes se desarrolla en Madrid en la era actual. Por un lado tenemos a las brujas, que hacen hechizos con la magia de la vida y la naturaleza y por otro lado los nigromantes, que al contrario de las brujas, usan la magia de la muerte. Ellos conviven en un mundo donde la magia ya no se esconde, por el contrario, los seres mágicos viven día a día con los corrientes y además entre brujas y nigromantes hay un clima de buena convivencia por un tratado de paz que ha sido firmado hace algún tiempo.

Hay unos cuantos personajes, tanto principales como secundarios que son muy diferentes entre sí y eso sin duda hace que esta historia tenga todos los ingredientes necesarios para no poder parar de leerla. De los personajes principales solo voy a mencionar a Sabele, Cal y Luc.

Sabele es una joven bruja youtuber, que comparte pequeños hechizos a través de su canal y por supuesto en su cuenta de Instagram. Actualmente está estudiando para presentarse a las pruebas que se van a realizar para ser aprendiz de la "Dama" que es la jefa del aquelarre.

Cal (Caleb/Chacal) es el exnovio de Sabele, un nigromante que nos muestra el mundo oscuro tanto de su familia como de sus compañeros. Quiere mucho a Sabele y a pesar de que ya no son pareja, la cuida y protege desde el lado de la amistad, se podría decir. Al menos por ahora...

Y Luc, mi querido Luc! (que es como a él le gusta que lo llamen y no Lucas que es su nombre completo). Este personaje me encantó, reí mucho con él, es sarcástico, irónico y hasta tierno en algún punto. Vive en el sótano de la casa de sus padres, es músico y tiene su banda, aunque en algún momento cambia su rumbo artístico y se plantea varias cosas a nivel personal.

Por cosas del destino (o no), Sabele y Luc tienen una primera cita que fue todo lo mal que uno no pueda ni imaginarse. No se cayeron nada bien, no parecen tener nada en común y Sabele se va de la cita antes de lo esperado pero el destino (o no) querrá que se vuelvan a encontrar una y otra vez en todos lados.

La noche donde Sabele se encuentra en el aquelarre para rendir la prueba de aprendiz y donde supuestamente nadie que no sea una bruja puede entrar, comienza una serie de acontecimientos "extraños" que llevarán a que el tratado de paz firmado entre brujas y nigromantes esté en peligro. Unos desconfían de otros y el caos se adueña de ese Madrid mágico donde convivían en paz no solo brujas y nigromantes, sino también otros seres.

Debo decir que no soy de leer fantasía, no me gusta, pero lo que llamó mi atención para decidirme a leer este libro fue que eran brujas viviendo en la actualidad y que una de ellas fuera youtuber capturó mi atención. Nada de brujas incineradas en la hoguera fue el puntapié para comprarme este libro.

Me sorprende gratamente como tantas escritoras jóvenes tienen una forma de transmitir tan clara, tan detallada que nos hace sentir que conocemos al personaje desde hace tiempo o que vivimos en ese lugar desde toda la vida. Me encantó su forma de escribir, hace que la lectura sea muy fluida. Los capítulos son cortos y están alternados entre un personaje y otro y para mí, esa variación hace que la lectura sea más ágil.

Sin duda el desenlace deja la puerta abierta para la segunda parte de esta saga/trilogía que ya estoy deseando empezar a leer.

El único punto que no me gustó fueron los conjuros, las palabras que se utilizaron me parecieron muy infantiles, pero esa una cuestión de gustos.

Valoración: